La Ciudad de
San Sebastián es una de las que soporta una mayor carga fiscal dentro de las
ciudades españolas. Comparada con
Bilbao, nuestros vecinos, soportamos un 30% más de impuestos y tasas locales,
entre los que tienen especial incidencia el IBI, Impuesto de Bienes Inmuebles,
y el de Vehículos.
Respecto al
primero, el IBI, año tras año
ha sido elevado sin cesar. Por un lado mediante la revisión del valor catastral, la base del impuesto y de otra, del tipo impositivo que se ha
ido ajustando al alza según los IPC anuales.
Recientemente
el Equipo de Gobierno de Bildu ha
propuesto un recargo del 50% para las
viviendas que no estén habitadas, que se ha aprobado y se halla en fase de recaudación, con los
interrogantes de como se definirá una vivienda no habitada. Lo cierto es que en
San Sebastián hay pisos que se usan los
fines de semana y en el verano, lo que responde a su naturaleza costera con atractivo vacacional. La elevación del IBI
puede suponer otra razón para
desprenderse del piso o apartamento y dejar de venir a nuestra Ciudad.
También el
incremento del IBI afecta a las
actividades comerciales ya que los
precios del alquiler se ven empujados al alza, en una situación de crisis
que no admite mayores costes a los pequeños comerciantes.
Ahora que el valor real de los inmuebles ha caído, a
los ciudadanos nos parece de justicia que este impuesto se ajuste a la baja, pero las Administraciones Públicas no
se acuerdan de rebajar los impuestos, sea en la base o en los tipos, y es que
las necesidades de esas Administraciones son permanentes y por eso son insaciables. En eso las
posturas de los diferentes grupos políticos apenas cambian y todos recurren siempre
a gravar más al contribuyente.
En el caso del Impuesto sobre Vehículos, a su coste se suman las tasas de
uso del suelo público, OTA en el lenguaje
coloquial, que en San Sebastián ha tenido una extensión y un incremento
desmesurados, con lo que el contribuyente ve mermados sus recursos disponibles.
Por eso resulta especialmente hiriente que el Alcalde
Izaguirre haya hecho “huelga” el pasado día 30 de Mayo sin tener en cuenta los muchos asuntos
pendientes que tiene el Ayuntamiento, entre otros éste de reducir los
impuestos. Ha sido una huelga de motivación política y por tanto ilegal, que le
debe costar algo más que el descuento correspondiente en el sueldo.