Aunque pueden parecer dos
cosas distintas van íntimamente unidas. Las organizaciones sociales que no son
democráticas no son transparentes, y es que la democracia exige como condición
básica la transparencia.
Son los dirigentes quienes
deben generar esa transparencia como disposición a rendir cuentas ante sus
representados, sus electores o sus afiliados, porque son las bases las que al
otorgar el poder a las minorías dirigentes, hacen que éstas tengan el poder no
para beneficio propio, sino para el beneficio común.
Por eso en los Partidos Políticos,
organizaciones sociales al fin y al cabo, debe imperar la democracia interna,
que no consiste en representar una función teatral de vez en cuando, sino en dar la voz y la
decisión final a las bases.
Lo exigen la Constitución y
los mismos Estatutos de los partidos pero de la teoría a la práctica hay un
gran trecho. Es por eso que saltan las sorpresas al conocerse detalles,
ignorados por la mayoría de los afiliados de los Partidos, que les hacen dudar
hasta de sus propios dirigentes.
Es necesaria una reconversión que pasa por que los
aparatos de los Partidos acepten las reglas básicas de la democracia.
Ha sido el PSOE el primer
gran partido que ha aceptado, aunque a regañadientes por parte de su cúpula, la realización de primarias. Han sido Esperanza Aguirre y Alejo Vidal-Quadras, desde el otro partido grande, el PP, quien las ha
pedido para no quedarse atrás y responder a la demanda insistente que tienen los
populares desde sus bases.
Existe la transparencia cuando se rinden
cuentas y cuando se someten a su aprobación
detallada, por niveles orgánicos y no con refrendos masificados de congresos a la
coreana.
Desde Basque Sumando pedimos
a todos los Partidos que se consideran democráticos, la aceptación plena de
estos principios y su puesta en práctica, empezando por las primarias y por las
cuentas transparentes a todos los niveles.