miércoles, 26 de febrero de 2014

El valor subliminal de las palabras


Es muy español, desde mediados el siglo XV, aquello de, "la Lengua es la compañera del Imperio", que sirvió de base para crear la primera Gramática en una lengua europea de la historia.

Y sirvió de base eficaz para que una vez normalizada la lengua castellana, ésta pudiese imponerse al resto de las "parlas" nacionales peninsulares y americanas que se hablaban dentro del Imperio español. Ahora en "Vascongadas" parece que algunos pretenden establecer otra gramática, "parda" en éste caso, ¿para establecer un imperio? 

Por española se quiere cambiar ahora la palabra "patriota" que tiene un significado claro, por otra, "abertzale" en "vascuence", para evitar decir "patriota vasco" porque es una incongruencia actual, que es utilizada precisamente por quienes niegan que existan patrias territoriales e históricas.

Los marxistas, porque Bildu es marxista, siempre han proclamado que su "Patria es el proletariado", entonces ¿porqué presentarse como patriotas, "abertzales", si en su proyecto político no tiene cabida intelectual?

Quizás para utilizar otra de sus grandes tácticas como la de "aprovechar las contradicciones de los burgueses", y así conseguir su desorganización social y económica para mejor derrotarlos. Así de sencillo les podría ocurrir a los burgueses vascos que se alíen con los marxistas de Bildu. El entusiasmo por tener una patria puede costarles muy caro, carísimo.

Ojalá que entre todos evitemos que ello pueda ocurrir. La "patria vasca" está bien cuidada mientras sigamos con las Diputaciones y Convenios forales actualmente en vigor. 


La entelequia "patria vasca" no negamos que pueda entusiasmar a muchos "vascongados" desde las Guerras Carlistas, pero la historia real debe imponerse por normalidad histórica.

martes, 25 de febrero de 2014

La impostura del "proceso de paz"



En el momento actual del cese del terrorismo como arma de coacción, los grupos políticos que se han visto beneficiados del mismo o que lo han empleado como instrumento, entienden que es necesario cambiar de estrategia y al mismo tiempo desactivar el rechazo que la sociedad ha planteado frente a esas actuaciones.

Para lo cual se está implantando una impostura como es el denominado torticeramente “proceso de paz”. Un proceso que no es verdadero porque no ha habido guerra, porque lo único que ha habido es una actuación fuera de la ley y unos servicios judiciales y de policía encargados de reducir y hacer menos dañinos los intentos terroristas de unos cuantos.

La imagen que se quiere transmitir de dos partes enfrentadas que ahora deben llegar a un acuerdo de paz, les viene muy bien a quienes sehan mantenido en muchas ocasiones en equidistancia injustificable entre los criminales y la Ley, o a quienes ahora deben explicar lo inexplicable a quienes fueron seducidos con mensajes equivocados y maliciosos.

Esa cantinela de “proceso de paz” quiere evitar que los hechos sean llamados por su verdadero nombre y de ese modo evitar la derrota social, moral y educativa del terrorismo, que tan duramente ha dañado a nuestra sociedad moral, social y económicamente.

La actuación de unos intermediarios que nadie reconoce y nadie ha pedido que vengan, forma parte de esa ceremonia de la confusión que ha sido denunciada tantas veces por las Víctimas. 


Recientemente COVITE ha presentado una denuncia ante la Corte Penal Internacional de la Haya que debiera haber sido hecha por alguno de los Gobiernos habidos en España durante estos años, pero los políticos han estado a otras cosas.durante estos años, pero los políticos han estado a otras cosas.

martes, 4 de febrero de 2014

Las víctimas SIEMPRE tienen razón


Hace algunos años esta era una frase que suscitaba respaldo y unanimidad totales. Poco hace que el PP Vasco, de boca de su Secretario General Iñaki Oyarzabal, nos ha ilustrado: “Las Victimas no siempre tienen razón”

¡Cuánto ha cambiado la situación! Tanto como han cambiado la estrategia y los principios del PP, y así se explica que haya optado este Gobierno por dividir y enfrentar a los colectivos de Víctimas para que su voz quede atenuada y para poder tener otras opiniones en las que apoyarse.

Tiene razón Mari Mar Blanco en decir que las Víctimas deben estar unidas, pero debe plantearse otra pregunta: ¿Quién es el responsable de esa separación? Si como dice Mari Mar Blanco “ETA es el enemigo”, ¿por qué este Gobierno parece condescendiente con ETA, sus presos y grupos políticos afines, y beligerante con partidos y personas como UPYD, C´S, VOX , Rosa Diez, Albert Rivera o Santiago Abascal?

A la descarada liberación de Bolinaga, han seguido muchas muestras del Gobierno del Sr. Rajoy de seguir con la hoja de ruta que Zapatero firmó con los representantes de los terroristas. La precipitación en aceptar la decisión del TEDH respecto al recurso de Inés del Río y su generalización a todos los etarras con sentencias anteriores a 1995, es prueba evidente de la injerencia política en el funcionamiento de la Justicia y de burla y desprecio a las Víctimas de esos victimarios.

Sin pretender agotar el tema, queremos informar de algunos aspectos sobre los que la opinión pública no ha tenido suficiente información:

         1.-No se esperó a traducir la sentencia, escrita en francés e inglés del TEDH, al idioma español como exige nuestra normativa legal. Ese incumplimiento por parte de jueces que debieran ser escrupulosos en el cumplimiento de las formas legales, ha hecho que se haya producido una ola de críticas y denuncias que pueden llevar a los jueces implicados a ser imputados.

2.-La Audiencia Nacional no esperó a conocer la postura del Tribunal Supremo sobre el procedimiento a seguir, con una votación de empate rota por su Presidente García Marlaska. Cuatro días más tarde el Tribunal Supremo reconocía la inexistencia de procedimiento para aplicar la sentencia del TDEH, cuya redacción y aprobación habría supuesto un retraso en su aplicación, favorable a las tesis de que se debían alargar las penas. Por tanto la actuación de la Audiencia Nacional se produjo en un vacío legal y con un interés de parte.

3.-El auto que tramitó el TEDH y su fallo, se refería a Inés del Río, y no al resto de los etarras liberados. Al ser preguntado el Secretario del Tribunal Europeo sobre si la sentencia sería aplicable a los demás etarras, el Secretario se limitó a decir que el fallo era sobre la recurrente y que para ser tratados los demás recursos, debieran ser presentados y estudiados en su momento. Es decir no había ninguna obligación de extender la aplicación del fallo a los demás casos.

4.-Los fallos del Tribunal Europeo han sido aceptados o no aceptados, según han decidido los Gobiernos afectados, siendo, entre otros, el Gobierno Inglés, del que no hay que poner dudas sobre su funcionamiento democrático, uno de los que se ha negado a aceptar alguna resolución de este Tribunal que consideraba inadecuadas.

5.-El Tribunal Constitucional español consideró ajustada a nuestra Constitución la aplicación de la doctrina Parot en el caso de Inés del Río y validó la interpretación que alargaba el tiempo efectivo de su pena. Si ahora se acepta el fallo del TEDH sin más explicación, ¿hay que suponer que hay otro Tribunal por encima del TC en los temas constitucionales? Si es así ¿donde radica la soberanía nacional y su interpretación? ¿EN ESTRASBURGO?

6.-En el caso de Inés del Río, el Tribunal Europeo entendió que no era justo aplicar con carácter retroactivo una nueva interpretación del cómputo de la pena, porque ya había recibido la liquidación final de su pena, y suponía una irretroactividad inaceptable, en cualquier sistema de derecho. Pero esa liquidación de pena no se había realizado a todos los demás implicados y por ello, se podía sostener ante el Tribunal que no había retroactividad en estos casos.

Como puede verse en este rápido análisis hecho con retazos de información, la actuación del actual Gobierno ha sido vergonzosa por inhibición y aunque los problemas nacen de un Código Penal que no fue reformado a tiempo ni por UCD ni por el PSOE, y sí por el PP de Aznar, cada tiempo tiene sus gobernantes y éstos han de estar a la altura de su deber.