La cuantía de residentes españoles en el extranjero es tan importante que sería la cuarta provincia española por censo, y todos los partidos han tenido gran interés en obtener de ellos sus votos. Para lo cual han hecho toda clase de campañas, sobre todo en algunas autonomías en las que el éxodo ha tenido tradicionalmente importancia notable. Por supuesto ese ha sido el caso de Euskadi en cuyo Estatuto se aseguraba la posibilidad de conservar, a partir de la nacionalidad española, la identidad autonómica aunque fuese en la tercera generación.
Los abusos, que los ha habido y sonados, obligaron a reforzar el control del voto para evitar suplantaciones que falseaban la voluntad de los votantes o de los abstencionistas y eso ha motivado que se establecieran cautelas y sistemas de verificación que han causado una caída de la participación del 50 %. Eso no se ha causado solamente por la eliminación de abusos y por ello, se pretende revitalizar la participación, asumiendo su responsabilidad los diferentes Gobiernos, Central y autonómicos.
Por eso recientemente el Partido Popular por boca de su portavoz, Sr. Prada, en las Cortes Generales, se ha manifestado muy interesado en que se resuelvan esos problemas para votar, argumentando la igualdad entre todos los españoles.
Igualdad que nadie discute, pero que sirve también para reclamar el voto para los españoles vascos que se han tenido que marchar de la CAV por razones de fuerza mayor, terrorismo y otras causas, y ahora no pueden votar en su autonomía.
Petición que se planteó en el 14 Congreso del PP Vasco y que no fue recogida en la Ponencia Política redactada por el Sr. Semper, Presidente Provincial del PP en Guipúzcoa. Diremos por tanto que una cosa es predicar y otra cosa es dar ejemplo. Aplíquese el PP Vasco todo lo dicho en Madrid a favor del voto del exterior y contando con la mayoría que le da la composición actual de las Cortes, promueva la subsanación de tan importante déficit democrático.
