Albert Rivera en el Parlamento Catalán

Desde Basque Sumando queremos adoptar una postura de amplio espectro en lo político apoyando siempre a todos los partidos políticos que sean respetuosos con los principios básicos de respeto a los derechos humanos y a las libertades individuales, como anteriores a los colectivos. Además nos sentimos vascos y españoles y por ello defendemos la idea de un ente común compartido, que es España como medio de integrarnos en sociedad civil y seguir aumentando en Europa nuestro proyecto de sociedad. Es por ello que aplaudimos el discurso del Sr Albert Rivera en el Parlamento Catalán con motivo de la votación, dentro del proyecto separatista de los nacionalistas catalanes, de la “declaración del pueblo catalán como ente soberano jurídico y político” 

La declaración aprobada está evidentemente en contra de la actual Constitución Española y la han hecho los miembros de una institución como es el Parlamento Catalán que nace a través del Estatuto derivado de esa Constitución. Es por tanto una traición a los principios inspiradores de la Constitución Española y por tal motivo, debe ser una gran preocupación para el Gobierno de Madrid. En cambio como decisión jurídica es fácil recurrirla a través de los Jueces y anularla. Como mantiene el Sr. Rivera, ha habido un abuso de confianza de los representante elegidos para con sus electores, unos mucho más que otros, por sobrepasarse en sus funciones y atribuciones, por  no advertir previa y claramente de sus verdaderas intenciones y por incumplir con los juramentos o promesas  que hicieron para advenir a sus cargos políticos, de respeto a la Constitución. No se trata de impedir las ideas o su defensa, sino de evitar el engaño y la usurpación de poder para fines que son ilegales en el momento actual. 

El pueblo, como conjunto de ciudadanos, tiene derecho a un gobierno adecuado a sus necesidades y a ser informado de los proyectos políticos con los inconvenientes y ventajas que se puedan derivar de ellos, pero no debe ser manipulado ni engañado con falsas expectativas o promesas que no se pueden cumplir o que tendrían un muy alto coste para todos. El deseo de algunos políticos catalanes de ser cabeza de ratón antes que cola de león, se debe convertir en una aspiración a ser por méritos propios los dirigentes del conjunto de España, aportando lo mucho que pueden aportar los catalanes a todos los pueblos de España.