La asociación
COVITE, que
mantiene el recuerdo de las Víctimas de ETA, sigue con renovados bríos su labor. Ahora que algunas otras
asociaciones, después de un largo periodo de esfuerzo, han decidido cesar en su
tarea, es preciso manifestar la
oportunidad de que COVITE siga adelante con su trabajo y que no cese en su
empeño.
Son cerca
de 300 los asesinatos que aún no han sido aclarados y cuyas víctimas siguen sin
tener la justicia que reclaman. La incapacidad de ETA para matar ahora no
justifica que se olvide el rastro que ha dejado y que no se atiendan en todos
los puntos a las Víctimas y sus familias. Es
más cómodo olvidar pero no es lo justo.
Por eso, es
más necesaria, incluso, la existencia de COVITE
junto con las otras asociaciones de Victimas, para llegar a alcanzar
en la sociedad española el sentimiento de repudio que detenga cualquier intento
de volver a las andadas por los terroristas etarras, y que sus comportamientos no
sean nada en el futuro.
Hoy todavía sigue
ETA, viva y desafiante, buscando obtener rendimientos
políticos y eso no lo debe permitir ningún gobierno legítimamente
constituido.
Existe un riesgo
cierto de que ETA se convierta en una mafia que condene a la perversión de la
vida pública y al subdesarrollo al País Vasco, como ha venido haciendo
durante estos largos años. Para
mantenernos alerta y no bajar la guardia están COVITE y otros como ellos.
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