Ante el anuncio de que la cadena de Supermercados Mercadona se quiere instalar en el País Vasco, “una vez que parece eliminado el lío anterior” en palabras de su Presidente, Juan Roig, lo que supone un esfuerzo inversor muy importante y la creación de nuevos puestos detrabajo, la reacción del Gobierno Vasco por boca de su Viceconsejera de Comercio, que es cooperativista de Eroski, ha sido la de “no oponerse pero sí señalar donde debieran ser instalados las centros comerciales de la firma valenciana”.
Lo de no oponerse tiene su gracia. ¿Es que alguien se ha opuesto a que Eroski ponga sus centros en Zaragoza o Madrid? Y en cuanto a lo de definir las ubicaciones es evidente que esa es una parte esencial del negocio de los supermercados, y que si hay libertad de mercado debe haber libertad de establecimiento. ¿O es que no las hay?
La entrada en Euskadi de Mercadona obligará a cadenas existentes como Carrefour, Alcampo, o Eroski a competir con la nueva, lo que será bueno para los consumidores, y puede ser bueno para las otras firmas porque del mismo modo que los competidores deportivos se observan y se copian en sus técnicas para ser más efectivos y alcanzar mejores resultados, la competencia entre las marcas puede conducir a un desarrollo mayor de todas.
Cierto es que la tarta a repartir es la que es, pero que se puede comprar más si los precio son más bajos, o si Euskadi vuelve a ser lo que fue. Región de atracción para inmigrantes nacionales y extranjeros y región con nacimientos que aumenten el consumo, de lo que por ahora estamosmuy lejos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario